jueves, 1 de septiembre de 2011

Salud y Bienestar


Vida Sin Droga


Campaña contra la marihuana


Medicamentos Herbarios Tradicionales


El Ministerio de Salud, en cumplimiento de las políticas públicas de salud, así como de los lineamientos y directrices establecidas en la Política Nacional de Medicamentos, ha desarrollado un proceso de regulación en torno a las medicinas alternativas y en específico sobre los medicamentos herbarios tradicionales.
Así, en reconocimiento de la cultura popular y ancestral de nuestros pueblos originarios y en concordancia con las estrategias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han establecido las bases regulatorias para permitir el adecuado acceso a los medicamentos herbarios tradicionales.
Para concretar el proceso de introducción de los medicamentos herbarios tradicionales y propiciar su correcto uso, se ha desarrollado un libro electrónico que se difunde a la comunidad, conteniendo las descripciones de las especies vegetales y sus usos reconocidos, así como las exigencias de su rotulación, contenidos que permitirán a los usuarios profundizar sus conocimientos y obtener el máximo beneficio de estas alternativas terapéuticas.


algunas de estas hierbas son:


Abedul Achicoria Ajenjo Albahaca Alcachofa Aloe Anis Arnica Arrayán-Chequen Artemisa-Matricaria Bailahuén Bardana-Lampazo Boldo Bolsita del pastor Borraja Buchu Cabello de ángel Cachanlangua Canelo Cedrón Cepa caballo Chepica Chilco-Fucsia Chinita-Caléndula 

EL USO RACIONAL DE MEDICAMENTOS

Los medicamentos son una de las herramientas terapéuticas más utilizadas en la práctica de la medicina, constituyéndolos en un bien esencial para el desarrollo de los países y cuyo uso de manera apropiada permite la obtención de importantes beneficios sanitarios representados por la prevención, diagnóstico, curación, atenuación y tratamiento de las enfermedades y sus síntomas.


El proceso que sigue un medicamento, desde su elaboración hasta su utilización, esta conformado por diversas etapas, cada una de las cuales requiere de la participación de profesionales y técnicos de la salud, tales como Médicos, Enfermeras, Químicos Farmacéuticos, Auxiliares y técnicos, que participan activamente en la búsqueda de la mejor alternativa terapéutica para la prevención, tratamiento y restablecimiento de la salud de un paciente. Además, en última instancia el paciente también es requerido en este proceso, ya que se le pedirá que, en una actitud de autocuidado y responsabilidad, utilice el medicamento siguiendo atentamente las instrucciones recibidas. Así, desde una óptica integral del uso de medicamentos, todas las personas estamos llamadas a propiciar un uso racional y apropiado de éstos.


Sin embargo, cuando los medicamentos se utilizan de manera inapropiada se convierten en una amenaza para la salud individual y colectiva, derivado del uso de un medicamento incorrecto o que siéndolo, no es administrado en las dosis y períodos que se requieren para asegurar la efectividad en el tratamiento o derivado del gasto innecesario en medicamentos que se utilizan sin requerirse o que se seleccionan aquellos productos de alto costo, existiendo alternativas más económicas y seguras.


La Política Nacional de Medicamentos ha establecido los lineamientos en torno a la utilización racional de las alternativas fármaco-terapéuticas existentes, lo que en un concepto amplio incluye desde la selección de medicamentos, hasta la prescripción y utilización de los mismos en los pacientes. En ese contexto, dicho documento político, incorpora la necesidad de implementar estrategias de Uso Racional de Medicamentos en todos lo niveles donde se realicen actividades relacionadas con el uso de medicamentos, propiciando la obtención de un uso adecuado, propicio y eficiente de los medicamentos disponibles, optimizando los resultados sanitarios y manejando eficientemente los recursos que se disponen.





Meningitis


La meningitis es una enfermedad generalmente grave que tiene variadas complicaciones. Se trata de la inflamación de las membranas que circundan el cerebro y la médula espinal, como consecuencia de una infección bacteriana o viral que invade el líquido cefalorraquídeo. Estos agentes provocan síntomas muchas veces similares y diferentes grados de recuperación. Esta enfermedad siempre requiere un tratamiento rápido, por la velocidad de su evolución y la posibilidad de secuelas o de muerte.
Los agentes causantes de la meningitis son:
  • 1) Neisseria meningitidis, bacteria causante de la enfermedad Meningocócica.
  • 2) Haemophilus influenzae b, bacteria causante de diversas infecciones, entre ellas de Meningitis por Hib.
  • 3) Diferentes virus del grupo enterovirus, que atacan el sistema respiratorio y digestivo, causando entre otras infecciones la meningitis viral o aséptica.
Existen tres tipos de meningitis:
1) Meningitis Meningocócica: Corresponde a la manifestación clínica de la infección producida por la bacteria "Neisseria meningitidis" (o meningococo) de la cual existen diversos serogrupos, siendo los más importantes los A, B y C. El meningococo puede afectar diversos órganos, ya que cuando la bacteria ataca las meninges (membranas que envuelven el cerebro), produce la inflamación del líquido cerebro espinal y entonces se habla de "meningitis meningocócica". Por otro lado, si la infección se disemina por vía sanguínea, produce un cuadro llamado "meningococcemia", que consiste en una septicemia que puede presentarse con o sin meningitis y cuya evolución puede ser aguda o fulminante. Se caracteriza por un rápido colapso circulatorio con rash hemorrágico. Esta enfermedad puede ser fatal, por lo que es necesario acudir inmediatamente a un establecimiento de salud.
2) Meningitis por Haemophilus influenzae b: La meningitis por Haemophilus influenzae es causada por dicha bacteria. Esta bacteria no debe confundirse con la enfermedad influenza, una infección de las vías respiratorias altas causada por el virus de la gripe. Esta enfermedad afecta principalmente a niños de 2 meses a 5 años de edad. Su comienzo puede ser repentino o lento y es común que se presente confusión progresiva o coma. Además de la meningitis, la bacteria Haemophilus influenzae b es causa de otras enfermedades, como la neumonía por Hib, artritis séptica, celulitis, pericarditis y osteomielitis.
3) Meningitis Viral o Aséptica: Es la forma más común de meningitis. Se trata de una enfermedad grave, pero raramente fatal en personas con un sistema inmune normal. El cuadro  agudo tiene una duración de 7 a 10 días. Las secuelas, consistentes en debilidad, espasmo muscular, insomnio y cambios de la personalidad pueden durar hasta un año, pero la recuperación es generalmente  completa.

Tuberculosis


La Tuberculosis es una infección bacteriana contagiosa que afecta principalmente a los pulmones, pero puede comprometer cualquier órgano. Es causada por la bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis o Bacilo de Koch, descubierto por Roberto Koch en 1882 en Alemania. Esta enfermedad ha causado efectos devastadores en el mundo causando millones de muertes, en el siglo XIX fue denominada la Peste Blanca.
Se puede transmitir por la inhalación de microgotas provenientes de la tos o el estornudo de una persona enferma. Si no es tratada de manera oportuna y adecuada puede causar daños permanentes en los pulmones o incluso la muerte.
No todas las personas que se infectan con el Bacilo de Koch presentan la enfermedad, la gran mayoría de las personas controlan la infección y nunca enferman. Un 10% de los infectados manifestarán la enfermedad a lo largo de la vida.
Se estima que un tercio de la población mundial esta infectada por el Bacilo de Koch, lo que se traduce en 9,7 millones de casos nuevos de tuberculosis al año y 1,7 millones de muertos por esta enfermedad.

Cómo se contagia

La Tuberculosis se puede contagiar por la inhalación de gotitas de agua provenientes de la tos o el estornudo de una persona enferma.
Las personas que presentan más riesgo de enfermar son las personas que viven con un enfermo con tuberculosis pulmonar y que no esta con tratamiento, también los adultos mayores y las personas con enfermedades como diabetes, alcoholismo, adicción a drogas, desnutrición o SIDA.